30 de mayo de 2018 • Ciudadanos > Transporte
Una empresa de transporte traslada a niños para realizar actividades recreativas. Se les inculca no arrojar objetos a los ómnibus. Es la estrategia de concientización de Coniferal. La firma asegura que ya hay resultados positivos.
La ola de ataques había llegado a un nivel gravísimo. Cada mes, pedradas, cascotazos y ladrillos, de distinto tamaño, terminaban destruyendo, en promedio, unas 60 ventanillas de ómnibus.
Los episodios eran calcados: los colectivos pasaban de noche o de madrugada por algunos barrios de la ciudad de Córdoba, considerados como conflictivos por la Policía, y terminaban convertidos en un colador por los ataques vandálicos. No eran pocos los casos en los cuales varias de esas agresiones terminaban con pasajeros heridos.
Las reuniones de la empresa de transporte con comisarios comenzaron a ser cada vez más seguidas, pero las soluciones no tenían los resultados esperados.
Fue entonces cuando la idea se lanzó sobre la mesa: hay que ir a las mismas zonas en las que ocurren las agresiones, hablar con los docentes, representantes vecinales, madres y padres, y generar conciencia. Una piedra no es travesura. Una piedra puede matar.
El proyecto fue más allá: por qué no usar los mismos colectivos para trasladar a niños de esas barriadas a actividades recreativas o sociales de manera gratuita. A veces, los paseos eran al zoológico; otras, al cine o a un parque.
La única contraprestación era simple: la comunidad educativa y los niños debían fomentar en su círculo más cercano aquello de no arrojar más cascotes .
El tiempo hizo que el plan piloto de la empresa Coniferal, encargada desde hace años de explotar varias de las líneas que atraviesan la Capital, lograra su objetivo.
En tres años, la firma logró hacer disminuir de manera abrupta los ataques con pedradas en barrios de Córdoba: de 60 roturas de vidrios por mes se pasó a tener hoy 13 ventanillas destrozadas, en promedio, cada 30 días.
“Es una idea que creció y derivó en un plan de responsabilidad. Buscamos a niños y a jóvenes de escuelas de la periferia o de un centro educativo o social de bajos recursos, ubicados en las zonas donde ocurren los ataques, y los llevamos gratis en los colectivos a alguna actividad recreativa”, expresó Miguel Tolosa, encargado del área operativa de Coniferal.
“Los llevamos y los devolvemos a sus hogares en los mismos ómnibus, sin costo. A cambio, deben cuidar las unidades y fomentar que no se arrojen piedras”, expresó Tolosa, quien aclaró que las entradas son pagadas por las mismas escuelas.
Generar conciencia
Según el directivo, se realizan reuniones con los chicos o con los docentes y se procura la concientización para evitar los ataques vandálicos.
“Los ataques a pedradas son travesuras. Entonces, trabajamos para inculcarles que esas pedradas pueden herir a otros niños como ellos o a sus mamás o abuelitos. Y lo entienden”, dijo Tolosa.
Desde la empresa señalan que si bien la disminución de los ataques a pedradas se debió en un comienzo al trabajo policial (hay controles en zonas complejas y se contratan adicionales en algunos horarios), también en la reducción de estos episodios se observa el resultado del plan de concientización.
La iniciativa se remonta a varios años, pero se intensificó en 2018. Por ahora, sólo lo realiza Coniferal, aunque podría extenderse a otras prestatarias.
“Con los chicos trabajamos en inculcar eso de cuidar el transporte, que es para ellos y su familia. Lanzar una piedra puede terminar lastimando a alguien. Creamos conciencia y no se rompen los colectivos”, resaltó Tolosa.
Los choferes que participan del plan señalan que los viajes son momentos emocionalmente intensos. “Más de una vez nos encontramos, aunque cueste creerlo, con niños que jamás subieron a un colectivo. Jamás. Y el sólo hecho de viajar en uno es un paseo en sí mismo”, contó un chofer.
Ataques vandálicos que derivan en dramas
Varios pasajeros han resultado heridos en los últimos días.
A la par de los asaltos a choferes, los ataques vandálicos con pedradas contra colectivos conforman otro problema que enfrenta el transporte urbano en materia de seguridad en Córdoba. Por caso, si bien Coniferal debe afrontar unas 13 roturas de ventanillas por mes, Ersa viene sufriendo un ataque diario en las últimas dos semanas. No hay datos de la firma Autobuses Santa Fe. El domingo, un niño y una mujer resultaron heridos a causa de un cascote lanzado contra un colectivo frente a Ciudad Universitaria. Días antes, otra pasajera había terminado herida por una piedra lanzada contra una unidad en Cooperativa Progreso. “Los ataques son hechos que se repiten”, dijo Ana Capuccino, vocera de la empresa Ersa. “El vandalismo, desgraciadamente, es muy frecuente, sobre todo en la periferia”, afirmó Gustavo Mira, titular de Coniferal.
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