miércoles, 30 de mayo de 2018

Preocupan los ataques a pedradas contra colectivos

  •  Sucesos  > Inseguridad en CórdobaERSA. Imagen ilustrativa (La Voz / Archivo).
Lo más importante
  • Los ómnibus de Ersa, blancos de agresiones diarias desde hace dos semanas.
  • Coniferal tiene 13 roturas de vidrios cada mes.
  • Inquietud de firmas de transporte.
  • Dos pasajeros heridos frente a la Ciudad Universitaria.



A la par de los asaltos, hay otra realidad delictiva que sigue teniendo como blanco a los colectivos del transporte urbano en Córdoba: los ataques a pedradas por parte de, principalmente, grupos de chicos y jóvenes.

En las últimas horas, dos pasajeros, entre ellos un chico de 9 años, resultaron lesionados por un cascotazo que destrozó una ventanilla de un ómnibus cuando circulaba por avenida Vélez Sársfield, cerca de la Plaza de las Américas, en la zona sur de la Capital.

Por fortuna, tanto el niño como la mujer, quienes debieron recibir atención médica, se encuentran fuera de peligro. Una de las pedradas no les dio de lleno.


La semana pasada, en tanto, una pasajera de un ómnibus urbano también había terminado herida por los vidrios y astillas de una ventanilla que fue destrozada por un cascote en barrio Cooperativa El Progreso. Por ese caso, se detuvo a ocho jóvenes.



Fuentes empresariales reconocieron que la situación es delicada, aunque algunos voceros opinaron que se viene notando una cierta merma en la cantidad de hechos.

“Durante los últimos 15 días, todos los días tuvimos inconvenientes de este tipo”, indicó Ana Capuccino, vocera de la empresa Ersa, a la que pertenece el último colectivo atacado. “Son hechos que se repiten”, añadió.

“El vandalismo desgraciadamente es muy frecuente, sobre todo en la periferia”, le dijo ayer a La Voz Gustavo Mira, titular de Coniferal y vicepresidente de la Federación de Empresarios del Transporte (Fetap). “Es un triste hecho al que estamos acostumbrados”, expresó el empresario.

Desde Coniferal, por caso, indicaron que deben enfrentar la rotura de 13 ventanillas, promedio, por mes: prácticamente, un ataque cada dos días. Esto implica un gasto mensual de unos 18 mil pesos, sin contar las roturas de parabrisas, otro daño que se repite con frecuencia.

“La situación era más seria años atrás. Por caso, hace tres años llegamos a tener 60 ventanillas rotas por mes”, remarcó, en tanto, Miguel Taborda, del área operativa de la firma de transporte.

Demora policial

El último episodio se registró el domingo a las 21, cuando un colectivo de la línea 34 de Ersa circulaba por la Vélez Sársfield hacia el sur de la Capital. Frente a Ciudad Universitaria, a la altura del pasaje Aragón, volaron unas piedras contra la unidad. La quinta ventanilla del lado derecho quedó destrozada. “Yo venía más adelante. Se rompió el vidrio y le cayó en la carita a uno de mis hijos y además lastimó a otra señora. Fue algo adrede, tiraron a propósito”, comentó ayer Natalia Silva, madre del chico lesionado.

Tanto la mujer como otros pasajeros coincidieron en que los agresores fueron jóvenes que se refugiaron en villa Richardson, ubicada cerca del Instituto Antirrábico.

Natalia contó que, pese a llamar varias veces, la Policía y la ambulancia llegaron con demora. “Y eso que el hospital Misericordia está a pocas cuadras”, indicó. De hecho, la comisaría también está ubicada en las proximidades.

Pese a que la Policía, finalmente, montó un operativo, no se dio con los agresores.

Tanto el chico como la otra pasajera están fuera de peligro.

Reuniones. Miguel Taborda, de Coniferal, dijo que la firma viene manteniendo reuniones con la Policía, además de otras políticas comunicativas con colegios, y que eso ha permitido ir disminuyendo la cantidad de ataques a los colectivos en los últimos años. Destacó la implementación de los botones antipánico en las unidades.
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El texto original de este artículo fue publicado el 29/05/2018 en nuestra edición impresa. Ingrese a la edición pdf para leerlo igual que en el papel.
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