A las 19 de este jueves, Romina Salguero subió al colectivo de lalínea 83 de ERSA para volver a su casa. Subió junto a su hijo de un año y se ubicó en los asientos delanteros, pensando en descansar tras el día de trabajo. Sin embargo, fue testigo de una situación peligrosa e indignante.
Sin importarle el qué dirán, el chofer tomó su celular y durante varias cuadras manejó distraído. Además, tenía auriculares, algo que también está prohibido.
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"Estas son cosas que no deberían pasar. Realmente quedé sorprendida, me parece una falta de respeto a la gente, a los laburantes que elegimos un medio de transporte público", lamentó la pasajera, que reportó el caso a través de El Doce y Vos. "Tenía muchas ganas de decirle algo. Pero no me animé por temor a su respuesta. Solo pensaba en mi bebé, en agarrarlo fuerte. Y en todos los pasajeros y niños que iban en el colectivo", agregó.
Además, la denunciante contó que el viaje duró 40 minutos y que cuando se bajó "sin dudas siguió" con el teléfono. "Ojalá el video le llegue y tome conciencia", destacó.
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